Aunque este vídeo es de 2019, ilustra perfectamente, tanto antes como después de ese año, cómo las grandes compañías farmacéuticas cometen habitualmente delitos que afectan a los consumidores de sus productos.
No todos esos delitos podrían atribuirse a fallos en la investigación, formulación, fabricación y envasado de las medicinas que llegan al consumidor. Durante muchos años algunos investigadores independientes han logrado de mostrar que han existido casos en los que una medicina concreta ha salido al mercado sin contar con las condiciones indicadas que marca la ley y que deberían obligar la moral y la ética de quien las produce. Algunas de esas grandes compañías han terminado por pagar grandes indemnizaciones que ni siquiera han llegado al 10% de los beneficios obtenidos por la venta de esos productos perniciosos. O lo que es lo mismo, los responsables de esas compañías habían calculado con anterioridad que, a pesar de las posibles pérdidas en indemnizaciones y multas, las ganancias obtenidas serían astronómicas.