Un vecino graba en secreto a Rubén Gisbert manchándose de barro antes de un directo: “¿Estoy muy limpio, no? “Estoy demasiado limpio” (Y procede a coger barro y mancharse falsamente de barro la ropa y el rostro)
Es difícil distinguir entre los sentimientos de indignación y los de tristeza cuando, en las situaciones más terribles, aparecen personas interesadas que, de un modo u otro, tratan de conseguir algún beneficio del sufrimiento extremo de los damnificados. En algunos casos puede tratarse de meros malentendidos, pero en otros las justificaciones posteriores no convencen a todo el mundo. En mi caso, Rubén Gispert no me ha convencido.