Mayo de 2024. Una comisión del Congreso de los Diputados (No olvidemos que la mayoría de los escaños pertenece a grupos radicales de izquierda de abundante pasado criminal e incluso terrorista) votó por mayoría no clausurar ninguna mezquita que sea un centro de promoción del yihadismo.
Nuevamente, la casta política demuestra estar al servicio de la agenda global, del plan Kalergi y de la estrategia de sustitución poblacional y religiosa de Europa. Quien no quiere ver esta realidad no tiene excusa. El «no saber» ya no es válido. Todo está ante nuestros ojos.