Seguramente nadie duda que existe un cambio climático, precisamente porque el clima siempre está cambiando. Pero es muy distinto creer en esa nueva religión del cambio climático, impuesta por las élites, plagada de dogmas y falsedades, y cuyos métodos e intenciones son realmente oscuros.
El cambio climático como doctrina no deja de ser una herramienta para provocar pánico y obediencia de la población a los gobiernos nombrados por la agenda global. Así lo confirmó un redactor de CNN cuando, en cámara oculta, dijo a algunas personas que como el público ya le había perdido el miedo al covid 19 y rechazaba mayoritariamente seguir timovacunándose, entonces tocaba atacar a la opinión pública con el catastrofismo climático para seguir sembrando miedo entre la población.
Es precisamente por eso que la «secta climática» y sus enseñanzas se han filtrado en todos los estamentos e instituciones sociales, contaminándolas a diario con informaciones alarmistas que, sin embargo, no aguantan ni el más mínimo examen de hemeroteca.
Ahora le toca a las nuevas generaciones del colectivo médico. La recientemente creada Red Europea de Educación sobre el Clima y la Salud, otro organismo creado con el dinero del contribuyente para atacar los intereses del contribuyente, será la encargada de formar a los médicos en cuestiones climáticas convenientemente adeptas a la satánica agenda global.