Para poder implantar un gobierno global, que es lo que las élites intentan desde hace mucho tiempo, es necesario conseguir el control prácticamente total de la economía, los recursos naturales, los procesos de fabricación, la agricultura y la ganadería, la salud y la industria farmacéutica, la educación, los medios de comunicación… y cualquier otro ámbito que pueda influir en la vida de las naciones , los estados y la población. Es por ese motivo que los grandes fondos de inversión poseen ya una enorme parte de todo lo descrito anteriormente y utilizan desde hace años ese concepto de la «nueva normalidad» para convencer gradualmente a la población de que todos seremos más felices siendo siervos mantenidos por un sistema global que «cuidará» de nosotros. ¿Pero, quiénes son las élites tras el telón en el teatro de este distópico mundo en el que vivimos?