A YouTube, es decir, a Bill Gates, a sus colegas globalistas y a sus plataformas no les agrada en absoluto que se publique contenido sobre delincuencia cometida por aquellos que provienen de países donde no se come jamón. No es éste el único tema que censuran. En mi modesto canal y en mi blog (también alojado en una plataforma propiedad de Microsoft) me han borrado durante los últimos años artículos y material audiovisual sobre la plandemia Covid, las timo vacunas Covid, el gigantesco fraude electoral que alzó al asalta cunas Joe Biden a la Casa Blanca, los niños como objetivo sexual de la agenda LGTB / MAP y otros movimientos depravados, la imposición de la ideología de género…
En esta ocasión el vídeo de la abogada y analista política Eva Vlaardingerbroek, publicado el 3 de mayo, ha sido censurado por decir, precisamente la verdad. Y la verdad es la verdad, ya lo sabemos, la diga Agamenón o su porquero. El discurso de esta mujer provocó mucha polémica en el mundo progre. Un mundo en el que la verdad ofende y se interpreta como discurso de odio. Como suele decirse ahora, dato mata relato, pero la censura desde el poder se encarga de asfixiar los datos y mantener vivos los relatos. Precisamente por esto los canales y plataformas alternativas, como Rumble, han ido ganando presencia en las redes sociales y audiovisuales durante los pasados años en los que la censura global se ha recrudecido en detrimento de la libertad de expresión de los disidentes.
El vídeo en cuestión fue publicado aquí, y permanece en Rumble.